lunes, noviembre 21, 2005

visitando pichasca


A sólo 50 kms. de Ovalle se esconden desconocidos poblados llenos de encanto y paz...

Toma esta crónica como una pequeña degustación, como una invitación abierta, casi como una tentación a descubrir un lugar de la IV región que se pierde ante la magnificencia y publicidad de otras zonas. Vecino al valle del Elqui, cercano a La Serena y a Ovalle, el desconocido Valle de Río Hurtado, extensísima comuna de 113 kilómetros de ancho y que abarca poblados como Samo Alto, Pichasca o Hurtado, el mejor queso de cabra de la zona, zonas arqueológicas importantísimas,
La noche acá sigue siendo noche y los habitantes de esta zona amanecen con el sol perfecto que cubre más de 300 días al año y con el río Hurtado, que bautiza a la zona, fresco y puro.
Hacia Samo AltoPara llegar a este valle es necesario salir de Ovalle con destino a la ruta D-595, que une internamente a la capital de Limarí con La Serena y tomar el desvío que anuncia el embalse Recoleta. Hermoso y uno de los principales reductos de agua de la zona, es posible en verano realizar deportes acuáticos.
Una vez pasado éste y tras avanzar 40 kilómetros, los enigmáticos cerros y una densa arboleda de higueras y pimientos dan la bienvenida a Samo Alto, principal poblado de la comuna.

Lo primero que impresiona es el paisaje con las extrañas formaciones de sus montañas y con sus colores magnéticos, así como también el gran tamaño de los árboles.

Los atractivos van por parte de la naturaleza: es posible realizar excursiones a cerros, pasar la tarde en el río o contemplar la noche con su manto de estrellas en la única piscina del único agrocamping del lugar: el “Valle de Estrellas”.

El viaje vale la pena, pues la paz y tranquilidad de la zona calman hasta al alma más inquieta.

El camino serpentea luego de dejar atrás a Samo Alto y del asfalto se pasa a la tierra, pero sin mayores baches, al poco andar es posible encontrar uno de los hitos de la ruta arqueológica que la comuna posee: “Las Tinajas”. Inmerso en los faldeos de los cerros y bastante bien señalizado, el hallazgo denota una seguidilla de pozas labradas en una pequeña quebrada en donde los antiguos habitantes, data de 2 mil años atrás, podían mantener agua por bastante tiempo a manera de estanques. Además, se ubican a los costados de estos pozones una serie de petroglifos grabados con figuras de animales, humanas y otras geométricas.

El silencio que se respira es impresionante y si tiene suerte podrá observar a los zorros que, como antiguos guardias, vigilan el sector.

Continuando la senda, aparecerá el poblado de El Espinal, que posee un camping con acceso directo al río y, casi al salir del pueblo, con las estupendas mermeladas caseras de Doña Nena, quien a través de hornos solares, deleita paladares con sus productos envasados.

Posteriormente el valle sigue imantando la vista con miradores desde la carretera que dan la impresión de que los cerros nos están tragando, mientras las casas de pobladores anuncian la llegada a Pichasca. Pero antes de llegar al pueblo es necesario desviarse hacia San Pedro Viejo, que queda a un costado de la vía y que es uno de los asentamientos más antiguos de la zona lleno de casas de adobe y una iglesia antiquísima y perfectamente bien mantenida. Este punto además es la base para llegar al Monumento Natural Pichasca, lugar lleno de fósiles y bosques petrificados que junto al hermoso marco natural dan un broche de oro a la riqueza del valle.

Finalmente, retomando la ruta, encontraremos a Pichasca en donde es posible comprobar la fama de su queso de cabra, de gusto fuerte y fresco,

En este hermoso valle uno se encuentra con poblados mágicos como Serón, Hurtado, Morrillos, las Breas o Carrizal. Lugares donde la soledad y la buena disposición de la gente aún no han sido contaminadas por los vicios de las ciudades ni de sus habitantes.

Hermosos parajes cordilleranos y el origen de un río que corre cristalino bañando de verde los campos hasta llegar al embalse Recoleta. Además de lugares para comer comidas típicas como en “Río Sol” de Hurtado o conocer un lugar de categoría como es la Hacienda Los Andes, más de 500 hectáreas donde un par de gringos han logrado un verdadero santuario natural.

Mucho que descubrir, mucho de que asombrarse y muchísimo para conocer, y más aun mucho que disfrutar, “La tranquilidad, la seguridad que ofrece la comuna de Río Hurtado, son las fortalezas para el turista.

Este es un valle virgen para el descanso como corresponde”.

Si conoces y te has maravillado del Valle de Elqui, este lugar te dejará enamorado. Silencio, paz, vida natural que aún se halla lejana y resguardada como un secreto entre los cerros de la IV región. Como no ir a Pichasca  Posted by Picasa